Trabajando por los últimos langures de Vietnam
“Después del viaje en avión hasta Hanoi, me tocó esperar horas al bus que me llevaría hasta mi destino. Mi primer viaje solo, era el único no local y mido casi 1.90m, no pasé desapercibido precisamente…” me cuenta entre risas Martí Masip al volver de sus 6 meses de prácticas del Máster de Primatología. Transmite con entusiasmo su experiencia y asegura que está deseando volver a estudiar a más grupos de primates”.
- Háblame del proyecto y de tu día a día allí.
El EPRC se encuentra en un Parque Nacional. Rescatan, rehabilitan, investigan y conservan a algunas de las 25 especies de primates que viven en Vietnam. De éstas, 7 están en riesgo crítico de desaparecer y 9 en peligro de extinción y muchos de estos primates solo se pueden encontrar en el EPRC. En el centro forman grupos con la intención de liberarlos, pero antes de este gran paso final, los animales pasan por una instalación de semilibertad en la montaña donde se monitorizan hasta ver que están preparados.
Y ahí estaba yo, trabajando entre algunas de las especies de primates más amenazadas del mundo, desde las 6:30h que era cuando empezaba mi día, hasta el final de la jornada, registrando con mi grabadora las conductas de uno de los grupos de Langur de Hatinh.
- ¿De dónde proceden estos animales? ¿Por qué están tan amenazados?
La mayoría del tráfico ilegal. Su principal amenaza es la caza, para comer o para medicina tradicional. Y algunas especies también se capturan para el mascotismo y el turismo.
Uno de los casos más extremos es el del langur de Cat Ba, que vive en una isla y que vio su población reducida a tan solo 40 individuos debido también a la pérdida del hábitat por la expansión del turismo.
- ¿Cómo se trabaja desde la investigación en la conservación de las especies?
Éstas son especies muy poco estudiadas. Sus hábitats naturales son escarpados y de difícil acceso para los humanos y quedan pocos animales en libertad, lo que hace que prácticamente no se sepa nada sobre su comportamiento. En un proyecto de reintroducción de primates, se debe antes conocer cómo son y qué necesidades tienen y ahí entra el papel de la investigación. El objetivo es desarrollar un método de evaluación en pre-libertad antes de la liberación, porque si no podría ser un desastre.
Yo pasé 500 horas en la instalación de 5 ha en la montaña, que me dieron algo menos de 300 horas de datos útiles. No es sencillo, pero espero que mis observaciones ayuden a los siguientes investigadores a establecer unas bases del comportamiento del Langur de Hatinh.
- ¿Alguna reflexión?
La situación de la conservación en el país es crítica, no solo para los primates. Para que te hagas a una idea: en una excursión de 6 horas por el Parque Nacional, solo nos cruzamos con una rana y un gusano, el bosque “está vacío”… Por desgracia, en las instalaciones de semilibertad de ERPC hay más vida salvaje que en el bosque…
La parte positiva: la gente, local y extranjera, que no se rinde y que lo sacrifica todo para proteger la Naturaleza.
- Y ¿ahora qué?
Pues a seguir trabajando y ver si el diseño del método de evaluación funciona. Me encantaría poder estudiarlos en libertad. He disfrutado mucho con la experiencia y voy a poner mis esfuerzos a seguir por el camino de la investigación aplicada a la conservación.
¿Te interesa saber más sobre el máster?
Esta noticia apareció en Primates num 38, la revista de MONA. Puedes ver toda la revista aquí.