Linito, un mono capuchino de 36 años, el nuevo inquilino de MONA
Vivía en una jaula en un piso del Eixample de Barcelona, y desde el pasado 14 de febrero ya se encuentra en nuestro centro de Rescate de primates. El nuevo inquilino se trata de un ejemplar de edad muy avanzada de mono capuchino, especie que tiene su hábitat natural a las selvas tropicales de América del Sur.
Cuando tan solo era una pequeña cría, fue víctima del tráfico ilegal de especies. Originario de Venezuela, llegó de contrabando por avión a Barcelona. Durante al menos las 10 horas de vuelo desde el país sudamericano, el pequeño Linito estuvo escondido dentro del pantaló del traficante, amordazado y enganchado con cinta americana a su pierna.
Ya en Barcelona, después de pasar por varias manos, acabó en casa de la que ha sido hasta hace unos días su propietaria. Linito, que es el nombre que le puso al primate, vivía a una jaula en una de las habitaciones de la vivienda, un piso al céntrico barrio de Sant Antòni de la ciudad Condal.
Años en soledad
Linito es un mono capuchino de la especie Cebus olivaceus. Como la mayoría de especies de primates, los capuchinos necesitan vivir con sus congéneres, puesto que son animales altamente sociales. Todo el contrario de la vida que ha tenido en Barcelona, ya que se ha pasado tres décadas viviendo solo, en un espacio y condiciones insuficientes.
La jaula donde vivía, no tenia ni acceso a la luz del sol.
Su rescate
A pesar de ser una buena noticia, es un rescate que llega tarde. Concretamente 10 años tarde. Y es que Linito era un viejo conocido por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, FAADA. Habían interpuesto numerosas denuncias, pero ninguna de las Autoridades competentes intervino en todos estos años para proceder al decomiso del animal.
Recientemente, recibimos en MONA un email de parte de una persona de confianza de la propietaria pidiendo ayuda. Primero, nos trasladamos al piso de Barcelona y llevamos hamacas y algunos juegos para Linito, para mejorar su condición hasta que no hubiera un desenlace. Pero por suerte, no ha habido que esperar muchas más semanas, y gracias de nuevo a la intervención de FAADA se ha podido proceder a su rescate.
Una vez tuvimos todos los papeles en regla, procedimos a ir a buscarlo. Olga Feliu y Amparo Barba, co-fundadoras de MONA se encargaron personalmente de este rescate. El trayecto desde Barcelona hasta nuestras instalaciones fue tranquilo.
Linito, ya en MONA, mira su nueva vida.
Ahora se encuentra a MONA, bajo la observación de un equipo de primatólogos y otros profesionales que cuidan de él. Está muy deteriorado a nivel físico y psicológico, a causa de su avanzada edad, pero también por las condiciones en que se lo ha mantenido toda su vida. Aun así, no ha perdido el apetito, un muy buen indicador que da esperanza. Cuando esté más fuerte, el plan será buscarle compañía de sus congéneres en algún otro centro de rescate. La lástima es que no se haya conseguido su rescate antes, para que hubiera podido disfrutar más años de una mejor vida.
Ayúdanos a ayudarles
El rescate de Linito y muchas más cosas que hacemos cada día por el bienestar y la conservación de los primates sólo son posibles con la ayuda de todas las personas que nos apoyan.
Recuerda que MONA es una entidad de utilidad pública sin ánimo de lucro. Y por eso ayudarnos tiene ventajas fiscales: te podrás desgravar hasta el 95% de tu donación. Más info aquí.
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